La historia de un amor no se puede describir fácilmente, menos aun si los diversos finales de la misma historia son de tinta indeleble. Nos pasa a todos; el corazón, débil y terco para los sentimientos eternos, se hace frágil cuando el tiempo avanza. Nuevos romances, nuevas experiencias, experiencias más fuertes y más comprometidas, pero aún después de ello, nada igual a ese amor, ese amor que te lleno y de deja sensaciones subliminales cuando vuelves a recordar.
Y así puedo recordarla; como dice una frase española “de los amores verdaderos el más fino es el primero”, y es cierto, nos pasa a todos, o bueno a la mayoría (solo para quienes no les gusta reconocer), el primer amor es el paso marcado a nuestro camino amoroso, de ahí todo surge en base a ese primer suspiro. Claro, hay que reconocer que muchos de aquellos primeros amores, ahora son amistades; muchas veces metiches o frustradas, cómplices de aventuras compartidas, felicidades para quienes lo logran. Sin embargo, mientras Luis Fonsi me atormenta con la nostalgia, y los backstreet boys me terminan por enredar en los recuerdos, quiero compartir mi propia experiencia, larga en términos del tiempo, corta en los sentimientos, y eterna como lo es todo primer amor.
Tenía 14 años, pequeña, risueña, extraña de la manera más dulce como se puede describir, de cabello negro y recién corto, ojos medio chinos, de sonrisa amplia, y mágica en cada una de sus historias. Cuando entre al salón de clases, di un vistazo a toda el aula, lo primero que vi fue a ella, riendo escandalosamente, como suele hacerlo, no me miro pero si la mire; sin embargo como es mi costumbre, yo no soy capaz de expresar sensaciones propias. Nunca pensé que ella sería la persona que me marcaria para siempre y que haría de mi, hasta ahora, predicadora de nuestra historia.
¿Cómo le hable?, fue en un instante, nos reímos y hasta nos sucedió un evento bochornoso, desde aquella vez todo fue inseparable. Nos hicimos amigas, yo para aquel tiempo negaba ser lo que soy; aunque dentro de mí me decía lo contrario. Dentro de ella no lose, es más, hasta hoy nunca supe lo que realmente ella sintió. Curiosidad, duda, novedad…. No lose, es mas no lo quiero saber.
Después de un tiempo, 7 meses si mi memoria no falla, cuando un viernes en la tarde, en un frio día de noviembre, sería el inicio de todo aquello que ahora es mi vida. Un beso, un susto, nervios, confusión, y de resultado la decisión. Con ella di ese suspiro profundo cuando se enamora realmente. Por ella viví la mejor y única historia verdadera en mi vida. Con ella enfrente a los conflictos paternales: esos conflictos donde los versos más crueles son como flechas de fuego… cuando te dicen anormal, fenómeno, no debiste nacer. Con ella llore y reí. Con ella descubrí la primera vez. Con ella pacte con sangre la amistad. Con ella aprendí a dibujar. Por ella aprendí a expresar en hojas blancas, o en afiches desactualizados, rimas y melodías. Con ella me case, con ella me divorcie. Con ella soñé. Por ella me acerque al cielo y al mismo infierno. Por ella, supe poner el hombro cuando me necesitó, por que otro amor era quien la lastimaba. Por ella pelee y saboreé lo vil y/o dulce de la vida. Por ella conocí la sicosis enfermiza de los celos más absurdos y justificados. Con ella supe ser fiel, fui fiel. Por ella aprendí a juzgarme por no juzgarla. Por ella conocí el dolor de la desilusión, cuando se descubre que otros brazos, junto a los míos, también la abrazan. Con ella aprendí del frio y del calor de un beso. Aprendí a respetar cada fecha, de cada año. Con ella aprendí a esperar el tiempo que sea necesario para volver a verla. Aprendí de la nostalgia, y a crear un diario donde guardar nuestras aventuras, porsiacaso un día el tiempo me hiciera ingrata o me hiciera olvidar de quien fue. Aprendí a decir: Estoy bien!, y por dentro gritar nooo! Aprendí las canciones de los Backstreet Boys (canciones que me hicieron sentir atracción por el idioma), las de Camilo Sexto, las de Shakira, Miriam Hernández. Por ella me enamore de la guitarra, de la música, y del cantar. Por ella aprendí a decir la verdad tras una mentirilla. Por ella aprendí a decir no a los momentos menos y más indicados. Por ella aprendí que el licor y el cigarro son buenas compañías cuando quieres llorar. Por ella y con ella aprendí a decir adiós para siempre.
Como acuerdo, sería ocho años, realmente un poco menos, pero que importa siempre respondía bajo la sombra de lo que ella decidía. Tanto tiempo ha pasado. Y tanto respeto le tengo a ese recuerdo, a pesar del tiempo, esas promesas no las dejare de cumplir, así ella misma me lo pida; pues lo que ella nunca pudo manejar fueron mis sentimientos. Hoy cada una tiene su camino distinto. Bajo mentiras o bajo verdades, pero caminos distintos. Cuando me preguntan por ella suelo contestar: bien, imagino que bien. Ella está bien. Cuando me encuentro por el mismo camino, suelo mirar otro lado, si por mi fuera le hablaría sin embargo no es lo correcto. Ahora suelo pensar, que hubiera sucedido si ese ultimo día que la vi, le hubiera dicho que se quede conmigo para siempre… ahora estaría mejor? Ella sería feliz?... seguiríamos?... si yo hubiera cambiado cuando debí, si mi frialdad no hubiera sido motivo de su debilidad… si le hubiera susurrado al oído las palabras que, aun sabiendo que ella quería escuchar, no las decía y las termino buscando en otros labios, por que? … Si el rencor no me hubiera manipulado… Imagino que es causa de la complejidad humana, de la cual no estoy ajena.
Ahora es tan distinta, es feliz, como dice Fonsi “ahora que no me perteneces te ves mucho más bonita tan segura de ti misma una flor inalcanzable a la que no podre arrancar… que tanto debo haber fallado si conmigo estabas triste hoy te sobra la alegría pero ya no hay todavía, para que volver atrás..”(Se Supone – Luis Fonsi), se supone tantas cosas en la vida… se supone que yo la quería para siempre… pero el destino fue otro, jugada o no?, pero el riel de nuestras vidas se separaron; y aunque no sepa mas de ella, deseo que la felicidad siempre este de su lado…como siempre lo desee.
Y es así como un día termina de nuevo, yo regreso a mi rutina, una rutina de la que no me quejo. Un recuerdo vuelve al baúl. Un suspiro acompaña a un quizás… una nostalgia a un porque?... cosas de la vida, pero eso si… valoren cada minuto que tengan con la persona que sientan amar… el tiempo es corto, y el destino es ingrato. Puede haber un mañana donde sientan la ausencia, y ya no podrán mirar atrás.
· “se supone…que yo te mire a la cara....y nada de nada…se supone que te vea pasar y nada de nada… se supone que yo te vea a los ojos y nada de nada… que te mire a la cara y nada…se supone… y como duele… se supone que no sienta nada”
una tarde de noviembre
